Vamos a recordar la historia de David y el Calendario Litúrgico.
Dios envió al Profeta Samuel para que escogiera a David como rey. David era pastor y, cuando Samuel llegó a su casa, él estaba en el campo con las ovejas.
Samuel fue viendo uno a uno a los hermanos de David y ninguno era el escogido para ser Rey.
En eso llegó David del campo y Dios le dijo a Samuel: ése es mi escogido. Y Samuel hizo lo que se hacía con los Reyes: "ungirlo" con aceite en la cabeza.
Los israelitas estaban en guerra con los "filisteos", el pueblo del mar. David fue al campamento a llevarles comida a sus hermanos, que eran soldados de Israel, y se encontró con que del ejército de los filisteos salía una voz que amenazaba a los israelitas. Era el gigante Goliat: -escoged el hombre más fuerte que tengáis. Si él gana, seremos vuestros esclavos. Pero si yo gano,seréis nuestros esclavos.
Los israelitas estaban aterrados, porque no había nadie tan fuerte como Goliat.
David le propuso al Rey Saúl que él se enfrentaría a Goliat-¿Tú? ¿Tan pequeño y tan joven? ¿Cómo te vas a enfrentar a Goliat? dijo Saúl.
- Dios está de nuestro lado. Yo soy pastor y con su ayuda he matado leones y osos cuando han atacado mi rebaño. Dios me va a ayudar ahora también,respondió David.
Y el Rey le dio permiso a David para enfrentarse a Goliat: –Que Dios esté contigo, David.
David se fue corriendo al río y sacó cinco piedras del fondo. Las puso en su zurrón, tomó su honda y se fue hacia Goliat.
Goliat venía cubierto con una armadura y traía una lanza y un escudo. Cuando ve a David, sin protección ni armas, comienza a amenazarlo: -cómo es que te atreves a enfrentarte a mi. Con qué me vas a atacar.
David le responde:-Tú vienes a luchar con una gran espada y una lanza, pero yo vengo a luchar en el nombre de Dios. El me dará la victoria.
Entonces David comenzó a correr hacia Goliat, tomó una de las piedras del zurrón y la puso en su honda. Con gran puntería la lanzó. La piedra salió volando y le dio justo en la frente a Goliat y el golpe lo tumbó.
David se fue directo hacia Goliat, tomó su espada y lo venció. El ejército enemigo huyó.
Saúl, en vez de sentirse contento con el triunfo de David, tuvo celos de él y trató de matarlo, pero David le tenía mucho respeto porque todavía era el Rey escogido por Dios.
Un día Saúl buscaba a David porque estaba escondido de él y tuvo que detenerse a descansar. David llegó al lado de Saúl, que dormía, pero no lo mató sino que le cortó un trocito de su manto. Después le enseñó el trocito de tela para que supiera que hubiera podido matarlo y no lo hizo.
Saúl murió en una batalla y David fue consagrado Rey de Israel.
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